A menudo, estructuras como son hangares, silos, tuberías y ductos pueden verse comprometidas con el paso del tiempo – ya que, invariablemente, sus vastas dimensiones y superficie hacen que estas tiendan a encontrarse expuestas a la intemperie. Por lo anterior, es común apreciar en las empresas fenómenos de oxidación y corrosión sobre este tipo de superficies metálicas.

El aspecto estético es el menor de los problemas; a la larga, el desgaste de estos metales puede ser crítico para la infraestructura en cuestión, provocando costosas fugas de combustible, materias primas, e incluso riesgos para la vida humana.

Si se efectuaron fuertes inversiones para construir – en su momento – una nave industrial, tanques de almacenamiento, plataformas petrolíferas, etc. no sería ideal maximizar la vida útil de estas instalaciones ? Las tecnologías de protección catódica tradicionales han buscado resolver este problema, generando otros en el proceso – como altos costos de energía para mantener el sistema funcionando, así como la contaminación del suelo y mantos acuíferos, debido al empleo de químicos nocivos para el ambiente.

La tecnología Fargauss, no obstante, ha logrado – gracias a sus avances e investigación electromagnética por más de 40 años – desarrollar una solución completa y ecológica para eliminar totalmente la corrosión y la oxidación en los metales, de una manera económica y eficiente. Aún en lugares remotos o inaccesibles, el sistema de protección catiónica Faragauss genera de manera autónoma su propia energía, por lo que es posible prescindir enteramente de fuentes de alimentación externas, que solo elevan el costo del proyecto.

¿Cómo funciona?

Sin entrar en tecnicismos, es sabido que la oxidación en metales se produce por la pérdida de electrones – con carga eléctrica negativa – a los átomos de oxígeno presentes en el ambiente; estos últimos, con carga positiva. De este modo, se crea el óxido de hierro – de inconfundible aspecto – fenómeno que se exacerba en zonas húmedas o costeras, donde el agua actúa como catalizador y potenciador de esta desfavorable reacción química.

La tecnología Faragauss, sin embargo, gracias a su potencial permanente negativo, puede emitir una corriente de electrones suficiente para cambiar la polaridad no solo de la superficie de la masa metálica, sino también del suelo mismo, y estructuras tanto orgánicas como metálicas cercanas. Ya que cargas similares se repelen, el fenómeno de oxidación queda completa e indefinidamente paralizado.

¿Qué estructuras en su empresa han sufrido oxidación o corrosión con el tiempo? Conceda a nuestro equipo de expertos en Power Quality la oportunidad de asesorarle sobre el sistema de protección catiónica más adecuado para proteger el valor y la vida útil de su infraestructura y patrimonio. Su personal y su bolsillo sin duda le agradecerán !