CUÁNDO SE NECESITAN
El fenómeno del rayo ha cautivado la mente del hombre desde la remota antigüedad. Personajes como Benjamin Franklin y Nikola Tesla dedicaron valioso tiempo y atención para estudiar estos eventos, buscando comprender sus causas y tratando de aprovechar su formidable energía.
En efecto, la magnitud de la corriente de un rayo – así como del campo magnético que le procede – es tan ingente que puede resultar destructiva para sistemas eléctricos desprotegidos. Pero, qué tal si su empresa ya cuenta con un sistema pararrayos ? No podría estar desprotegida, cierto ?
Para determinar si la protección en nuestra planta es suficiente – o insuficiente – es preciso adentrarnos un momento en el mundo de las descargas atmosféricas. Es sabido que los rayos tienden a impactar el lugar más alto de cualquier área determinada; razón por la cual se instalan mástiles y puntas, mismas que buscan brindar al rayo un camino atractivo y de baja resistencia – para que este pueda conducirse a tierra y puedan así evitarse daños a personal, sistemas e infraestructura.
Qué sucede, sin embargo, cuando tenemos un área grande por proteger ? Los sistemas tradicionales cubrirían de puntas y mástiles el área de la nave industrial – o edificio por proteger – sin reparar en el hecho de que todas estas rutas o caminos pararrayos están propiciando futuras descargas atmosféricas. Dicho de otro modo, sería más fácil que impactase un rayo después de haber cubierto un área con pararrayos tradicionales, que si jamás se hubiesen instalado estos en primer lugar !
La paradoja ha terminado, fortuitamente, y ha sido gracias a la investigación y el desarrollo científico por más de 40 años de la tecnología Faragauss; pues al conectar el módulo pararrayos al sistema de acoplamiento a tierra – mismo que le brinda una polaridad negativa – la punta pararrayos cobra la facultad de repeler completamente a la gran mayoría de descargas atmosféricas !
Ciertamente, y de acuerdo con estadísticas mundiales, la carga eléctrica en la parte inferior de una nube – el 95% de los casos – es negativa; y ya que Faragauss trabaja bajo un potencial permanente igualmente negativo, es que es posible erradicar casi por completo los impactos atmosféricos.
Hasta enfrentar, finalmente, nubes con carga positiva acumulada en su inferior – lo cual sucede solo un 5% de las veces – es entonces cuando el sistema Faragauss puede realmente demostrar su excepcional desempeño, desde el punto de vista de disipación.
El potencial total electrostático del rayo no es dirigido en ningún momento a tierra – pese a que el electrodo de puesta a tierra Faragauss sí cuenta con una bobina especial que impide el retorno de la energía a través de este. Por el contrario, el 80% de la descarga es transformado en calor a través de masas metálicas – como pueden ser las varillas de acero, castillos o cadenas del inmueble – mediante un efecto similar a la onda estacionaria. Sólo un 20% es dirigido al suelo periférico del electrodo para ser igualmente transformado en calor.
¿Qué mejor protección que la repulsión activa de rayos provista por el sistema Faragauss? Con gran variedad de puntas y múltiples aplicaciones podrá proteger desde una bodega o gasolinera urbana, hasta un edificio corporativo o nave industrial. Las posibilidades son infinitas, la solución única.
Permita a nuestro equipo de expertos en Power Quality brindarle la asesoría que requiere para el diseño o actualización de su sistema pararrayos, y déjese sorprender por el resultado de años de investigación mexicana en el rubro del electro-magnetismo.